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Historia de Sairus. Capitulo 2

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FiriossMetallium's avatar
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Historia de Sairus – Segundo Capítulo.


Horas después Sairus despertó, tras desperezarse se dio cuenta de que estaba en su despacho, algo confundido cogió entre sus manos el cáliz que había llegado a él ese mismo día.  - Pero… ¿yo no había ido a buscar a Elizabeth? – Rascaba su cabeza sin comprender muy bien lo que había ocurrido, de repente una musiquilla característica salió de su bolsillo.
- ¿Diga?- Era Elizabeth, como no, totalmente fuera de si por haberla dejado plantada casi cinco horas frente al hospital. – Lo siento mucho, he debido quedarme dormido…enseguida voy cariño.- Pero en esta ocasión a Elizabeth ya no le valía ninguna excusa, muy enfadada colgó de golpe el teléfono no sin antes advertirle que cogería un taxi para ir donde él.
Sairus suspiró guardando de nuevo el móvil en uno de los bolsillos del pantalón, cogió el cáliz y tras limpiarlo un poco lo guardo con el resto de sus cosas, ese preciso momento alguien llamó a su puerta.
Frank, el guardia de seguridad, había escuchado la conversación telefónica.- Como siguas así un día de estos terminará por dejarte y no dudes que entonces seré yo el que logre reconquistarla. - Sairus amago una falsa sonrisa.
- Jeje si claro…aunque espero que eso no llegue a ocurrir. – Frank se despidió entre risas, asegurando a Sairus que le avisaría en cuanto llegase su mujer.
Minutos más tarde,  unos fuertes taconazos se escuchaban por todo el museo, y la lejana voz de Frank  intentando refrenarlos.- Señorita Elizabeth…espere….por favor…- Pero todo era inútil, ella estaba totalmente fuera de si.
Abrió la puerta del despacho de par en par. – Pero como se te ocurre Sairus, ¿acaso crees que es normal dejar a tu mujer plantada de esa manera?-
-Lo siento…yo…bueno…se me acumuló el trabajo…y claro…-
-Trabajo, trabajo, ¡¡siempre la misma excusa!! Pues que sepas que a mi tu trabajo me trae sin cuidado y que…-  Elizabeth se quedo totalmente callada unos segundos, a lo que Sairus la miró sorprendido, ella puso una mueca de dolor y se llevó las manos a la abultada barriga.- Oh, no….Sairus…-
- Elizabeth, ¿estas bien?-
- Claro que no estúpido, acabo de romper aguas, llévame al hospital, ¡¡date prisa!!-  Sin saber que hacer Sairus llama a Frank y entre los dos ayudan a Elizabeth a entrar en el coche, Sairus se monta prestando más atención a su mujer que a la carretera, muy nervioso.
Al fin llegan al hospital, un par de enfermeras salen a prestarles ayuda y en seguida llaman al medico para que se preparen, según dicen esto va para largo a Elizabeth tendrán que practicarle una cesaría.
Una vez la tienen ya en la camilla Sairus se acerca a ella.- Cariño…- Su tono de voz suena preocupado.
- ¡Vete! No quiero ni tenerte delante por un buen rato…- Elizabeth aparta la cara visiblemente disgustada. – Quiero que vayas a casa y me traigas ropa limpia, ¡¡y no te olvides la del pequeño!! Ya tengo una bolsa preparada con todo lo necesario…menos mal que soy precavida porque sino...no se que sería de esta familia…- Sairus asintió sin decir nada le dio un desapasionado beso en los labios y aseguró que volvería cuanto antes.  
Realmente agradeció el poder tener un poco de tiempo, necesitaba llegar a casa y ducharse, siempre había sido muy cuidadoso con su higiene personal y mucho mas cuando se sentía estresado y confuso lo único que podía hacer que llegase a relajarse era una buena ducha para después encerrarse en su despacho a leer uno de esos extraños libros antiguos.
Una vez en casa aparcó el coche y arrastrando los pies abrió la puerta de casa, uno de sus vecinos le saludó por la ventana, Sairus hizo un gesto con la mano, no le gustaba saber que estaba siendo vigilado en todo momento por unos vecinos cotillas. Se metió en casa y fue directo a la ducha, no sin previamente escoger la ropa que se pondría después y dejarla perfectamente estirada sobre la cama matrimonial.
Cuando ya había terminado y milagrosamente había recordado coger la bolsa del bebé que le había encargado Elizabeth  una imagen pasó por su mente. El cáliz, ¿cómo se había podido olvidar de él de aquella manera?
Sabia que en su despacho estaba seguro…además Frank era de confianza, pero con todo el estrés del momento no lograba recordar si llegó a cerrar la puerta… ¿y si a alguien le daba por entrar a curiosear?, ¿Y si se diesen cuenta de que ese cáliz no estaba en el catalogo? Sin duda intentarían devolverlo…además de que sospecharían de él al no haberlo reportado antes…y eso no podía permitirlo…ese cáliz, como muchos otros objetos que habían llegado en esas extrañas circunstancias, eran suyos y no iba a dejar que nadie  se los arrebatase.
Sin pensarlo mas metió las cosas en el coche y se dirigió directamente al museo, al fin y al cabo solo tendría que desviarse un poco del camino y Elizabeth no tendría ni porqué saberlo.
Aparcó el coche delante del museo y entró por la puerta de atrás, tras comprobar que Frank estaba profundamente dormido se fue a su despacho, aunque le pareció algo raro encontrarse la puerta entreabierta se dijo a si mismo que seguramente fuese por la rapidez con la que se fueron la última vez. Entro y comenzó a revolver entre sus cosas, no podía ser…estaba seguro de que la había dejado ahí…es imposible…nadie puede haber entrado a estas horas…nadie puede haberla cogido…
Casi sin aliento salió de su despacho comprobando que todas las demás puertas estaban cerradas, entró en las salas que estaban abiertas sin éxito alguno y siguió corriendo por lo largo del pasillo hasta llegar a una de las salas completamente dedicada a Egipto, nada mas entrar se detuvo en seco durante unos segundos, tomo aliento despacio y caminó lentamente por la sala, la escasa luz de emergencia hacia que las sombras tuviesen inquietantes figuras sobre las paredes y las obras expuestas, una vez pudo visualizar el centro de la sala  lo vio, su preciado Cáliz estaba ahí, iluminado sobre la vitrina de una mascara Egipcia.
Completamente ensimismado, Sairus se acerco a el alargando la mano para cogerlo, una vez lo sostuvo sonrió para si, una sensación de euforia le recorría todo el cuerpo…cuando un fuerte golpe en la cabeza hizo que se tambalease para terminar desvaneciéndose en el suelo y perdiendo el conocimiento, lo único que se le pasó por la cabeza fue lo histérica que se iba a poner su mujer cuando se enterase.
Y ahí esta ya el segundo capítulo...no es muy largo pero así queda la intriga de lo que pasará ahora MUAAHAHA


En fin espero que os guste, ah y por cierto me vendrían bien ideas para los títulos de los capítulos que son malísimo en esas cosas ^^U

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Comments6
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tamarindopaulitica's avatar
a ver, critiquemos un poco eso... muahahahaha!!!
está muy bien escrito, pero tienes unos fallicos:
1- te faltan comas, hay frases que no se podrían leer porque faltan tantas comas que te ahogarías antes de llegar al final, (cómo exagero ¬¬;)
2- eeeemmm.... me he dado duenta que no mantienes el tiempo verbal en el discurso, usas el pasado y el presente y lia un poco.
3- la historia me resulta, sobre todo el 1º capítulo, extrañamente familiar, vamos, que me recuerda a los Weasley tal cual, jaja,
4- la intriga está muy bien echa. si no se tienen en cuenta los fallicos que te digo, la historia es muy interesante, te falta darte cuenta de los detalles, pero bueno, tampoco estás lan lejos de mi forma de escribir, estas muy cerca, eh!
5- mas cosas... no empieces un dialogo en medio de un párrafo, queda muy raro. siempre es mejor cambiar de párrafo en los diálogos.

y bueno, ahora en titulos no te puedo ayudar, soy muy mala con eso, aunque no lo parezca despues de escribir 12 cap. de la historia draco & harry... jejejeje

y creo que ya... no se me ocurre mas que decir, .............

no, no hay mas......... jejejejejeje
solo que la sigas pronto!!